Oraciones

Oración a la Santísima Vera+Cruz

¡Oh Santa Vera+Cruz de Cristo, señal insigne de nuestra redención,
árbol fidelísimo y luminar de nuestra religión sacrosanta, que milagrosamente te mostraste a Santa Elena y,
enhiesta en el Monte Calvario, eres luz y guía de todos los hombres y fin de nuestros más caros anhelos!

Cargada sobre los divinos hombros de Jesús,
enséñanos a llevar nuestros trabajos y aflicciones.

Doblando su sagrado cuerpo sobre las piedras de la calle de la Amargura,
ayúdanos a levantarnos de la postración del pecado.
Recibiendo sus desnudas y maceradas carnes y empapada en su Sangre Preciosísima,
haz que en la hora de la muerte, abrazados a tan excelsa figura,
depositemos nuestro último aliento corporal en el sagrado leño y seamos llevados a la presencia de aquél,
que, muerto por nosotros, se muestra en el cielo resucitado y glorioso, Jesucristo Nuestro Señor.

Amén.


 

Oración para cada día en la Capilla-Oratorio de Nuestro Señor del Perdón

Ante Nuestro Señor del Perdón: Ayúdame cada día a llevar con Fe mi cruz…

Ante San Juan Evangelista: Mantenme cercano en Su amistad…

Ante María Santísima de las Penas: Alivia con Esperanza las dificultades en mi caminar…

Ante San Juan de Dios: Al enfermo y al débil que sepa visitar y cuidar con Caridad…

Ante Santa Elena: Que la Cruz de Cristo sea mi estandarte, la bese y la abrace…

Amén.

Autor: Rvdo. Sr. D. Francisco Antonio Sánchez Sánchez, Sacerdote de la Diócesis de Málaga.


 

No me mueve, mi Dios, para quererte el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor, muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera, pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.


 

Oración a Nuestro Señor del Perdón

“Mira con qué amor se abraza a la Cruz. Aprende de Él.
Jesús lleva Cruz por tí: tú, llévala por Jesús.
Pero no lleves la Cruz arrastrando… Llévala a plomo, porque tu Cruz,
así llevada, no será una Cruz cualquiera:
será… la Santa Vera+Cruz.
No te resignes con la Cruz. Resignación es palabra poco generosa.
Quiere la Cruz. Cuando de verdad la quieras, tu Cruz será…
una Cruz, sin Cruz.
Y de seguro, como Él, encontrarás a María Santísima de las Penas en el camino”.